Recuerdo claramente que durante mis
primeros años de estudio en la facultad de Medicina Humana, ciclo tras ciclo, en donde uno
siente que el tiempo pasa volando y sin embargo las personas que me
rodean (amigos que no estudian Medicina y familiares) sienten que ha
pasado un milenio y se cepillan la cabeza pensando para sí ¿cómo es posible que con tanto estudio no te hayas vuelto loco? ...
Precisamente
cuando es uno quien está en el ruedo, ahí si los días pasan en un abrir
y cerrar de ojos, las noches aparentemente se hacen más cortas, acabas
de tomar desayuno y cuando ves el reloj, ya son de nuevo las 5:00pm y
aún no terminas de leer lo planificado y además tus miembros inferiores
automáticamente se vuelven más autónomos, pues no es necesario indicarle
por dónde vas para llegar a un determinado lugar y sin embargo ahorras
ese esfuerzo para ir preguntándote o recordando durante el camino una
determinada cascada bioquímica o quizá algún evento fisiopatológico de
una determinada entidad nosológica... ¿te suena?
si es así, probablemente te estas identificando con la carrera, estás
avanzando en el correr de los ciclos o definitivamente eres de mi promo
jajaja...
Pero
indiscutiblemente durante nuestras rotaciones, no faltan aquellos
doctores, que además de enseñarte lo estipulado en el syllabus, quieren
darle una sazón más a tu vida, quieren compartir sus costumbres contigo y
desean dejarte un legado cultural, el de ellos...
Y
fue así que cada vez que me reunía con dichos doctores, empecé a tomar
nota de aquellas frases más originales, interesantes y graciosas que
haya escuchado, pero ¿cuál es la diferencia con las frases que uno oye a diario en una charla o conversación coloquial fuera de la facultad? aquí
pues, la gran diferencia radica en que estas frases en su mayoría sólo
podrán ser entendidas por quienes forjaron esta carrera tan humanística y
por quienes desarrollan desde hoy y para siempre esta Ciencia y Arte.
Aquí les va la recopilación:
Cuando
quizá queremos curar un Impétigo con costras mielicéricas y a algún
estudiante se le ocurrió como tratamiento de 1º elección un Imipenem,
una Tigeciclina o una Cefalosporina de 4º generación, un Médico
Internista dijo que lo que estaba intentando hacer: "Era como matar una mosca con un cañón".
O
durante un examen oral en el Hospital, cuando un alumno al decir algo
incorrecto y en un momento de pánico a jalar quería a toda costa poder
reinvindicarse, solía decir algo que quizá pueda ser su última
esperanza, el doctor nos decía: "El que se está cayendo se agarra de un clavo ardiente".
También
está el típico paciente Psiquiátrico que no acepta su enfermedad, y que
al no dejarse tocar para colocarle un tranquilizante le decían: "Vamos a colocarle unas vitaminas Señor, ya que su P.A. está muy elevada".
Y
un alumno preguntó ¿Dr. y que pasaría si existe un homicidio y se
demuestra que el paciente estaba psicótico?, a lo que respondió: "Si es psicótico, es inimputable ante la ley", sin embargo son la minoría de los casos.
No
importa dónde fuéramos o qué hospital nos tocaba para la rotación, pero
teníamos la certeza premonitoria de que siempre iba a haber una chica a
la cual le gustaba sonreir en demasía, a lo cual en una ocasión, un
doctor le dijo: "Esta muchacha veo que siempre le hace el propagandismo a Kolynos".
Durante una sesión de psicoterapia, nuestro doctor que nos enseñaba Psiquiatría quedó asombrado ante un caso de endofasia, ya que al preguntarle al paciente ¿Y cuántos son Uds.? éste le responde: "Somos 2 doctor, nosotros mismos y el que nos habla".
Sí que son para contarlas... ¡¡¡Qué anécdotas!!!
Aldo Luyo R.